Los Zetas y el Cártel del Golfo: la mafia detrás de los apagones en México
Los cárteles se han convertido en una amenaza para la inversión privada, especialmente en el hoy afectado sector energético
Desde hace años existe en México un lugar donde reina la oscuridad: la Cuenca de Burgos, una región geológica ubicada en el estado de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos, y donde los cárteles han aplicado la ley de plata y plomo.
En este sitio —descrito por el periodista Diego Enrique Osorno como la principal veta de gas natural que posee México— se encuentra el codiciado gas que el país necesita, entre otras cosas, para dar electricidad a los hogares, que este martes sufrieron cortes de luz entre las 18:00 y 23:00 horas.
El descalabro eléctrico ha sido explicado por la actual administración como una consecuencia de la dependencia de México al gas que llega de Estados Unidos, que esta misma semana ha sufrido también de apagones debido a las fuertes nevadas.
En 2010, una noticia cimbró terror en la industria: un empresario de la compañía de servicios energéticos Waterford fue asesinado por supuestamente negarse a pagar las extorsiones a Los Zetas. De acuerdo con Balderas, ese mismo año México inició con una serie de litigios contra empresas estadounidenses porque supuestamente adquirían gas robado a Los Zetas y al Cártel del Golfo.
Esta diversificación de las operaciones de los cárteles mexicanos se extendió por los próximos años. En 2014, la petrolera española Repsol abandonó el país debido al asedio de los grupos criminales, que aproximadamente han asesinado a una veintena de trabajadores de Pemex.
Al igual que en Tamaulipas, Veracruz, Campeche y Tabasco son estados infiltrados por la mafia, incluso integrantes del crimen organizado han establecido ahí su residencia.