La defensa de los más débiles no debe ser un eslogan…
Con sentimientos encontrados, vemos que se está llevando adelante el “Programa Voluntario de Reestructuración de Deudas”; iniciativa impulsada por la industria financiera, con la articulación del BCU y la Unidad Defensa del Consumidor del Ministerio de Economía y Finanzas.
Este programa busca facilitar la regularización de la situación crediticia de los deudores, que han mostrado mayores dificultades en el pago de sus deudas.
Unos 170.000 uruguayos a la fecha han re financiado sus deudas con esta modalidad especial de beneficios, otorgados por bancos y financieras.
Pero porque decimos sentimientos encontrados, por un lado, nos alegra enormemente que el sistema financiero reaccione frente a un problema que se viene denunciando desde hace mucho tiempo.
Por otro lado, esta medida nos da la pauta que teníamos razón en nuestros reclamos, donde expresábamos contundente mente que las financieras estaban cobrando interese excesivamente caros, muy alejados de la realidad financiera del país, donde la inflación no llega a dos dígitos.
De hecho, las financieras desde el momento que Cabildo comenzó a recoger firmas bajaron las tasas de interés…oh casualidad.
¿Se podía entonces ?
¡Claro que se podía y se puede!
La propuesta de Cabildo va mucho más allá de esta medida, que si bien es aceptada no es suficiente.
La propuesta de recolección de firmas, la cual finaliza este mes, tiene dos partes, que implican la solución a dos problemas que están relacionados.
Por un lado, se enfrenta el tema de la usura, donde se establece que una ley con mayorías especiales de dos tercios en ambas cámaras deberá establecer cuáles son los límites de las tasas de interés que se pueden cobrar.
La ley actual, que establece que la fijación de las tasas de interés la realice el BCU basándose en las tasas promedio que le envían los bancos y las financieras, se aprobó por unanimidad en 2007, tras una propuesta del Frente Amplio.
También se señala en la iniciativa constitucional, que mientras no se dicte esa ley, se dispone, como disposición transitoria, un máximo de interés a cobrar por todo concepto, de treinta por ciento más la inflación.
Por otro lado, el proyecto de plebiscito también hace referencia a la reestructura de las deudas, basándose en el concepto de Deuda Justa.
Por lo expuesto, queda demostrado que la defensa de los más débiles no debería ser un eslogan de campaña como lo expresan la mayoría de los partidos, sino debería ser una realidad como lo demuestra el partido que se dedicó contra viento y marea a juntar firmas.
Los hechos y el tiempo nos dieron la razón.
El Director