UTE, OSE y Antel: víctimas de la delincuencia por Iván Mourelle
En lo que ya es una práctica recurrente, las empresas públicas siguen padeciendo el accionar de la delincuencia. Desde diferentes zonas del país se denuncia el robo de cables, los que luego quitarles el forro plástico y aprovechando el cobre son vendidos a reducidores que habitualmente “no hacen preguntas”. En los últimos meses surgió el interés de los delincuentes por los contadores de OSE.
La Policía investiga
Uno de los departamentos más castigados por la delincuencia dedicada a ese rubro es Rivera. La presencia en la línea divisoria con Brasil de empresas dedicadas a la reducción de metales complica el accionar policial. De todas formas, los investigadores trabajan y obtienen resultados. En los últimos días se realizó un allanamiento por el cual se procedió a la detención de un hombre de 42 años e incautación de elementos denunciados por hurto, además de cable de cobre, todo lo que luego de recibido era comercializado. El hombre fue condenado por un delito de receptación a la pena nueve meses de prisión de cumplimiento efectivo. En otro operativo fueron detenidos dos individuos de 27 y 41 años, a los que se les incautó material correspondiente a contadores de la empresa OSE. Puestos ambos a disposición judicial, el magistrado de turno los condenó a cumplir 120 días de arresto domiciliario total.
En consulta realizada al jefe de Policía de Rivera, Wilfredo Rodríguez, en referencia al robo de más de una docena de contadores de OSE, del jerarca declaró: “Tenemos una línea de investigación para frenar esta sucesión de hurtos. En dos operativos pudimos lograr la formalización de tres hombres y pensamos que con este tipo de operativos podemos desestimularlos”.
Procedimientos exitosos en 2023. Varias personas formalizadas
El 12 de julio del 2023 la Policía de Rivera ubicó en calle Minuanos, en zona del asentamiento La Macaca del lado sur del barrio Cerro Caqueiro, varios plásticos y seis contadores de OSE, lo que de acuerdo con la declaración de testigos se supo que fueron arrojados desde un camión.
Como forma de ubicarlo, se dispuso de varios puntos de vigilancia en la ciudad de Rivera, por los que fue interceptado e identificado su conductor, un hombre de 32 años, poseedor de cinco antecedentes penales. En la persecución se lo vio ingresando a una chacra, propiedad de un hombre que posee una empresa de chatarras y podría estar vinculado al hecho.
A raíz de esto, se analizaron las cámaras de seguridad y GPS de los vehículos de propiedad del empresario y se los ubicó en Montevideo, próximo al Cerrito de la Victoria, por lo que rápidamente se lo vinculó al robo de 50.000 contadores que se encontraban en desuso en calidad de depósito en el local de OSE ubicado en la zona. Así se comprobó que un camión concurrió al predio el 1º de julio, cargó los contadores hurtados y al día siguiente se dirigió a Rivera, donde el día 3 estuvo en el depósito de chatarras propiedad del indagado. La investigación determinó que se trataba de una organización que, con la colaboración de un funcionario de OSE, robaba los contadores en Montevideo y los trasladaba en camiones de transporte interdepartamental hasta Rivera, donde una cuadrilla los desarmaba y el cobre y el acero obtenidos eran vendidos en Brasil, llegando a comercializar más de 30.000 kilos a 200 pesos el kilo. Se solicitaron seis órdenes de allanamiento y cinco de detención.
En las inspecciones, se detuvo a cuatro personas (el dueño del depósito de chatarras y tres camioneros) y se incautaron dos camiones, un auto, una escopeta calibre 36 con tres cartuchos y una vaina, un revólver calibre 32 con tres cartuchos, seis cartuchos calibre 22, dos tapas de contadores, dos celulares, una agenda con anotaciones, 3444 reales y 46.000 pesos.
Además, se inspeccionó el depósito y debajo de tablones se encontraron trozos plásticos pertenecientes a contadores de OSE. Las partes se incautaron al igual que las herramientas utilizadas para el desmantelamiento y extracción de los metales comercializados, el camión y un cargamento de chatarra que contenía bronce, cobre y aluminio.
Una vez finalizada la audiencia, el juez letrado de 2º Turno de Rivera dispuso la formalización de la investigación seguida por la Fiscalía Letrada de Rivera de 3º Turno respecto al dueño del depósito, de 24 años, bajo la imputación de un delito continuado de hurto especialmente agravado por cometerse sobre cosa existente en establecimiento público en reiteración real con un delito de asociación para delinquir y se dispuso como medida cautelar, que vencerá el 22 de enero de 2024, el arresto domiciliario total.
También se dispuso la formalización de la investigación contra uno de los camioneros de 32 años, poseedor de cinco antecedentes penales, por la presunta autoría de un delito de encubrimiento y deberá cumplir como medida cautelar el arresto domiciliario total hasta el 22 de enero de 2024.
En 2024 vuelven los hurtos de cables y contadores
Desde el mes de julio a la fecha, la Policía recibió decenas de denuncias referentes al hurto de cables y contadores de la empresa OSE. En diferentes zonas los vecinos han manifestado su preocupación por la reiteración de hechos que los afectan día a día. En diálogo con este periodista, una vecina expresaba: “No tenemos tranquilidad. Si no es la luz, es el teléfono y si no el quedarse sin agua. No tenemos paz”.
Los contadores propiedad de OSE han sido los elegidos, habida cuenta de los gramos de cobre que poseen en su interior. De acuerdo con lo que menciona la información policial, en las últimas dos semanas se denunció el hurto de casi una veintena de artefactos, con el daño económico hacia la empresa y el perjuicio para el usuario.
“Desde hace dos meses venimos notando un aumento en el robo de medidores”
En diálogo con La Mañana, la ingeniera en logística Claudia Rodríguez, jefa comercial departamental de OSE, dio datos al respecto de la situación planteada: “Desde hace ya dos meses venimos notando el robo de los medidores. En los últimos días, desde el viernes al domingo, sufrimos el robo de 18 medidores. Las zonas afectadas son barrios como Pueblo Nuevo y ahora en la zona Centro. Tenemos varios tipos de medidores, se llevan los que tienen bronce para luego venderlos. Los medidores tienen un número de serie que cuenta con letras y números, lo que permite la trazabilidad marcando día y lugar donde fue instalado, a pesar de que es difícil hacer el seguimiento. Cuando el usuario se queda sin agua se le solicita que haga la denuncia policial correspondiente para poder exonerar el costo de instalación”.
En lo que respecta a los gastos generados a la empresa, la Ing. Rodríguez expresó: “Cada medidor tiene un costo por licitación de 900 pesos, a lo que debemos sumar los gastos de personal y la importante pérdi0da de agua potable que se genera”.
Fuente: Semanario La Mañana